1 taza de maní o cacahuate crudo o tostado sin sal
1 1/2 tazas de agua filtrada
Elaboración paso a paso
Remoja el maní en agua durante toda la noche.
Escurre y enjuaga bien. Coloca el maní en una licuadora de potente y añade el agua. En este punto puedes añadirle una pizca de sal marina, vainilla o endulzante de su elección.
Licua durante 1 minuto.
Vierte la mezcla en una manta para leche o un colador y colócalo sobre un recipiente hondo grande. Aprieta para sacar tanto líquido como puedas. Transfiere la leche de maní a un recipiente y guárdalo en el refrigerador.